Arritmia: El Ermitaño

La convicción de escribir

Virginia Woolf afirmó en una conferencia dedicada a las mujeres y la literatura que lo que se necesitaba, en su tiempo, para poder escribir novelas o versos, además de convicción, era 500 libras al año y un cuarto propio con cerradura en la puerta. Yo soy hija de otro tiempo y para mi mala suerte no tengo el equivalente a las 500 libras pero sí (aunque prestado) el cuarto y la convicción. En consecuencia, parte de lo que aquí se halla son escritos engendrados en mi habitación desde hace meses, incluso años, escondidos debajo de la almohada, escritos que siguen punzando en mis sueños sin dejarme dormir, susurrándome mi mediocridad, reclamando su aceptación en el mundo al que yo los hice venir. Y algunos otros son hijos dados a luz al instante, otros, venideros. Así, este espacio no es más que una ventana a mi espacio, un jardín de niños en donde convergen risas, llantos, sueños, caídas, juegos...: todo aquello que habiendo nacido fue, tras su nacimiento, declarado muerto.

¡MUCHO OJO!

Aunque en la página principal se encontrarán buena parte de los escritos -y los que no en la lista que hay debajo de "Ecos (registro de las entradas)", organizada por meses (les recomiendo explorar con el mouse para su visibilidad, la de los títulos) -he optado (en una extraña obsesión por el orden que después, seguramente, violentaré) por colocar en páginas aparte los que corresponden a textos de mayor extensión o en serie. Les recomiendo que busquen la opción "páginas", por acá abajito, y ahí hallarán más textos linkeados por distintos titulares. ¡Saludos y espero sus comentarios!

Arritmia

Pájaros a punto de volar

viernes, 22 de julio de 2011

El Ermitaño

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