Pájaros a punto de volar

Pájaros a punto de volar
"[...]ardiente, impaciente, cautiva sólo de sí misma, ella era un pájaro a punto de volar" (Patricia Highsmith)

sábado, 30 de abril de 2011

La impersistencia de la memoria

Los afectos también se manifiestan en los objetos. De ahí el apego que guardamos a ciertas cosas: libros, películas, discos..., la lista podría ser infinita. Hace tiempo leí que a través de los obsequios, los amantes buscan prolongar su presencia en la vida del amado; así, el sentido simbólico de los objetos establece un lazo recíproco entre ambos puntos del intercambio. Descuidar el objeto es descuidar el afecto (destruir el objeto es también destruir, o al menos tratar de, al afecto). Podría ser una exageración pero así se siente, como el cuidado en objetividad al tributo sentimental que uno rinde a cierta persona, o bien, que alguien nos rinde. Los afectos son estrictos. En eso consiste lo complejo del asunto, cuando los objetos, igual que los afectos, se desgastan por el ambiente, el uso, o la circunstancia, hay que mirar, entonces, hacia adentro; hay que renovar el vínculo, en caso de que sea posible aunque en la mayoria no lo es [la interrupción abrupta de este escrito se debe a un ataque de histeria en la autora, ya disculpará usted, pero el ardor la dejó manca más que afónica, quizá después continuará...].



1 comentario:

  1. Saludos Sally al ver el título la im-persistencia de la memoria rápidamente me vino a la memoria el bigote con punta al cielo del Catalán Dalí. Hace poco leí sobre las tres figuras españolas El enigma sin fin "Buñuel, Lorca y Dalí" de Agustín Sanchez Vidal. Y muy cierto sobre lo que mencionas "Descuidar el objeto es descuidar el afecto" creo que he descuidado muchos objetos.

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