Si bien recuerdo, hace un año creé este blog (la fecha no debe ser exacta pero sí muy cercana) con la única intención de tirar mierda al vacío, si es que así lo puedo llamar ahora. Lo que más se asemeja al proceso de creación, a mi parecer, es cagar, esto lo he reiterado en diversos textos escritos los últimos cuatro años, los cuales aún no me ha dado la gana poner aquí. En realidad mis textos no son más que eso: mierda mental.
En consecuencia, el palo en tu culo hundido es, para usted que no lo sabe, el significado exacto de la ira que me hervía la sangre el día que abrí esta página. Aunque más tarde, ya en la tibieza, habrían de cambiar mis convicciones (no mis obsesiones), de modo que, apesumbrada por la altura y la dureza que iba adquiriendo la parte inferior de mi almohada, lo convertí en un museo a mi mediocridad frente a la escritura y, por tanto, frente a mi vida, que corre paralela a ella. Por eso no suelo dar la dirección de este lugarsucho a nadie, o casi nadie, no a quien no quiera mostrármele tal como soy por alguna razón que seguramente desconozco. En no pocas ocasiones he pensado en cambiar el nombre, pero no lo hago porque es un recordatorio a mí misma, del día en que pensé, también, que la sodomía intelectual sería lo que me salvaría de albergar tanto odio, pero, como es evidente, no lo logré.
Digo entonces que a un año de estar infrecuentemente lanzando municiones, mis amargos lectores se reducen a uno sólo (Yo), mi escritura permanece en el anonimato como consecuencia de la mediocridad que la caracteriza..., y una serie de etcéteras que omito por más pereza que por cautela...
¡Demos, pues, un aplauso a su intento fallido y deséemos larga vida a este blog que tanto, querida lectora, la fastidia; quizá después estas palabras que hoy teclea decepcionada la harán morirse, ya lo creo, de la risa!
¡Salud!
Felicidades por el aguante
ResponderEliminarA seguir cagando y mucho